Soy Jesús Villalba, CEO de Mobility Zeus y Deiviator. Nací en San Clemente en 1999, en el seno de una familia que convirtió el servicio en vocación y la vocación en empresa.
Mi historia comenzó mucho antes de nacer. Mi abuelo fue taxista rural, y mi padre, también Jesús Villalba, transformó ese legado en un ecosistema completo de movilidad: taxis, grúas, ambulancias, formación sanitaria… todo gestionado desde la provincia, pero con impacto nacional.
El motor invisible de todo fue mi madre. Con su sabiduría, astucia y fortaleza, ella fue el contrapeso perfecto a la energía y determinación de mi padre. Juntos, eran un tándem imparable.
Crecí entre volantes, sirenas y motores. Aprendí desde niño que la movilidad es más que transporte: es rescatar, acompañar, servir.
Fui testigo del precio que puede tener la integridad. Cuando el intrusismo empezó a desmantelar el taxi rural, mi padre alzó la voz. Denunció a una UTE por competencia desleal y ganó el caso ante la CNMC, logrando una sentencia histórica.
Sin embargo, la justicia no reconoció los daños sufridos, y las costas del proceso lo obligaron a perder todo… excepto una cosa: la licencia de taxi que le dejó mi abuelo. Con eso resistió, hasta el final.
En 2023, su fallecimiento marcó mi vida. Su historia se convirtió en mi propósito.
Pero mi camino había empezado antes. En 2019, con 19 años recién cumplidos, mientras mi padre solo podía continuar con su taxi, tomé una decisión: reconstruir desde cero la ilusión de mi familia y la esperanza de todo un sector.
Compré mi primer taxi y vehículo, con paso lento pero firme, mientras luchaba con la preocupación de mi padre, que temía que yo repitiera su sacrificio. Dentro de mí ya vivían Mobility Zeus y Deiviator, aunque aún no lo sabía.
Me sumergí en el mundo startup, viajé, conocí personas increíbles del ecosistema tecnológico, y fui absorbiendo conocimientos clave sobre movilidad, datos y estrategia.
En el norte de España encontré no solo socios y compañeros de viaje, sino un nuevo tándem: un equipo que equilibra mi visión estratégica con una capacidad técnica impecable.
Hoy, con ellos, lidero proyectos que fusionan todo ese recorrido personal con tecnología y propósito.
Mobility Zeus y Deiviator son más que empresas: son respuestas concretas a problemas reales de movilidad. Desde modelos como Fleet as a Service (FaaS) hasta soluciones SaaS para la contratación pública y optimización operativa, creamos estructuras que no compiten con el taxi: lo complementan, lo profesionalizan y lo hacen sostenible.
En esta travesía, tengo un compañero especial: Zeus, mi perro. Su nombre no es casualidad: representa la fuerza, la protección y el liderazgo que inspiran todo lo que hago. Como los antiguos griegos sabían, a veces los símbolos más poderosos vienen en las formas más inesperadas.
No soy solo un emprendedor. Soy el resultado de una historia que no se quebró, aunque lo intentaron. Vengo de un linaje que sirvió con dignidad y cayó con honor.
Y hoy estoy aquí para transformar todo eso en valor real para empresas, administraciones y personas que creen, como yo, que moverse no es solo avanzar: es saber a dónde vas, con quién, y por qué.
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